CRUZ ESTÁ ACABADA DEL TODO || CRÓNICAS y ANÁLISIS de #LaPromesa

El futuro de Cruz en La Promesa nunca ha sido más incierto. En el último episodio, la marquesa dejó claro su temor por lo que le espera cuando Alonso ya no esté. Con Manuel y Jana en control, su posición se debilita peligrosamente. La relación con su nuera es inexistente y con su hijo, más tensa que nunca, especialmente después de que Leocadia le revelara a Manuel las duras palabras de su madre contra Jana y su embarazo.

La realidad es que, aunque Alonso no va a morir ni hoy ni mañana, el tiempo juega en su contra. Cruz, más joven que su esposo, inevitablemente quedará viuda algún día. Pero lejos de asegurar su estabilidad, su actitud a lo largo de los años ha cavado su propia tumba. A diferencia de otras viudas nobles que lograban conservar poder e influencia, la falta de aliados y el desprecio de su familia la ponen en una situación precaria.

Manuel, como nuevo marqués, tendrá el control absoluto sobre su destino. Podría relegarla al palacete de Cádiz, retirarle la administración de bienes o incluso privarla de recursos económicos. En una sociedad donde las mujeres dependían completamente de los hombres, Cruz quedaría vulnerable, sin nadie que la respalde.

Su única salvación podría haber sido consolidar una buena relación con Manuel y Jana, pero con cada nueva intriga, se hunde más. A este paso, su final será desolador: olvidada y apartada de la familia Luján, viviendo en la ruina de su palacio en Cádiz, atrapada en la misma soledad que ella misma ha cultivado. El declive de Cruz ya ha comenzado, y no hay vuelta atrás.

El futuro de Cruz en La Promesa nunca ha sido más incierto. En el último episodio, la marquesa dejó claro su temor por lo que le espera cuando Alonso ya no esté. Con Manuel y Jana en control, su posición se debilita peligrosamente. La relación con su nuera es inexistente y con su hijo, más tensa que…