Jana sigue lidiando con los fantasmas de su pasado después de lo que le ha revelado Leocadia y un sueño le hace abrir los ojos sobre quié

pudo matar a Tomás. Además, un rayo de esperanza irrumpe en su vida: a Manuel le han ofrecido un trabajo fuera de La Promesa. Esta será

la razón de una marcha que parece inminente.

Mientras, ante una situación financiera insostenible, sigue la venta de objetos valiosos. Además, los miembros del servicio pueden quedarse sin trabajo; Alonso y Rómulo se ven abocados a adoptar medidas extremas porque el dinero se acaba. El marqués plantea despidos masivos pero Rómulo valora otra alternativa, incapaz de tomar esa dura decisión.

Leocadia y Cruzo siguen en su eterna guerra fría en La Promesa después de que encarara a su hija Ángela de un modo desafiante. Leocadia no va a permitir que le haga daño. La marquesa, por su parte, sabe que no le conviene enfrentarse abiertamente a ella, pues está en sus manos.

Hay un claro acercamiento entre Ricardo y Ana. Es ella quien lo propicia, con el beneplácito de Santos. Mientras, Ángela solo busca lo mejor para Curro y, por eso, recurre a Martina para hacerle ver definitivamente que el capitán y Cruz pretenden concertarle un matrimonio de conveniencia. Ahora ya sabe que buscan emparentarle con una hija de los duques de Castroviejo.

Jana le confiesa a Curro que, aunque le ha dicho que sí a Manuel para viajar a Italia, tiene sus dudas debido al punto tan delicado en el que se encuentra la investigación sobre su madre. Marchar supondría paralizarlo todo. Y le revela también que ya sabe quién mató a Tomás después de ese sueño tan revelador.