MARTA AND FINA -Sueños de Libertad 256 (¿Jesús no lo sabe, verdad)

Marta y Pelayo están enfrascados en una discusión tensa sobre la propuesta de Jesús respecto a la venta de parte de la empresa o la posibilidad de aceptar una oferta. Marta menciona que los franceses han mostrado interés en Perfumerías de la Reina desde hace tiempo, pero Pelayo, visiblemente distraído, parece no estar completamente concentrado en la conversación.

En un intento por retomar el control del asunto, Pelayo sugiere que deberían detener la construcción del balneario hasta que tengan suficiente dinero. Marta, aunque de acuerdo con la idea, enfatiza que el balneario es un proyecto crucial para la familia Merino, tanto que su insistencia en él le costó su puesto como directora. Pelayo, por su parte, revela que los primos de Marta están dispuestos a hacer lo que sea necesario para que el proyecto salga adelante.

Marta insiste en que los negocios y los asuntos personales no deberían mezclarse, pero Pelayo le recuerda que, en la práctica, eso casi nunca es posible. Luego, le pregunta si la oferta de los franceses proporcionaría los fondos suficientes para modernizar la fábrica. Marta confirma que sí: financieramente, es una oportunidad inmejorable. No solo podrían construir el balneario, sino también mejorar la producción, algo fundamental para la expansión internacional.

Cuando Marta le pregunta qué es lo que realmente le preocupa, Pelayo admite que no confía en Jesús manejando las negociaciones. Confiesa que quizás no debería decirle esto, ya que técnicamente ella es una clienta, pero Marta insiste en que está a punto de convertirse en su esposa, lo que la hace su socia, no solo una simple clienta.

Preocupado, Pelayo teme que Jesús pueda aprovecharse del acuerdo para su beneficio personal. Marta se ofrece a usar sus contactos en Francia para obtener más información sobre las negociaciones. Pelayo acepta la idea y sugiere contactar a Patricia Lambert, quien tiene conexiones clave en el país.

Justo en ese momento, Jesús entra en la conversación sin previo aviso, interrumpiéndolos abruptamente. Comenta sobre la separación entre la empresa y el balneario, como si hubiese escuchado parte del intercambio. Marta lo reprende por no tocar antes de entrar y le advierte que debería ser más cuidadoso en el futuro. Jesús se disculpa, pero lanza una insinuación cargada: dice que no le gustaría sorprenderlos en una situación comprometedora.

Cuando Jesús se marcha, Marta y Pelayo se miran con inquietud. Se preguntan si Jesús sospecha de sus verdaderas intenciones. Marta cree que él aún asume que su compromiso es únicamente por razones empresariales, pero advierte que no sería raro que comenzara a atar cabos. Pelayo, con una expresión grave, le recuerda que Jesús no es alguien a quien subestimar. A partir de ahora, deberán moverse con extrema caut

Marta y Pelayo están enfrascados en una discusión tensa sobre la propuesta de Jesús respecto a la venta de parte de la empresa o la posibilidad de aceptar una oferta. Marta menciona que los franceses han mostrado interés en Perfumerías de la Reina desde hace tiempo, pero Pelayo, visiblemente distraído, parece no estar completamente concentrado en la…